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Queratocono

¿Qué es el Queratocono?

¿Cuál es la causa del queratocono?

No se conoce con exactitud la causa del queratocono. No se trata de una enfermedad contagiosa.

Dado que casi un 10% de los pacientes con queratocono tienen un familiar con la enfermedad parece existir influencia genética. Hoy en día son varios los genes implicados en el desarrollo de la enfermedad. También existe una clara relación con antecedentes de rascado continuo de los ojos. Es muy importante que cualquier paciente diagnosticado de queratocono evite el rascado de los ojos, pues acelera su progresión y empeora su pronóstico.

¿Qué síntomas produce el queratocono?

Al principio de su desarrollo suele producir aumento de la miopía y astigmatismo irregular elevado. Los pacientes con queratocono suelen tener también aumento de la sensibilidad a la luz. Conforme la enfermedad progresa se produce un aumento de la visión borrosa, que generalmente no puede corregirse con anteojos, con necesidad de cambios frecuentes de graduación y peor tolerancia a las lentes de contacto. En casos muy avanzados se puede producir un cuadro agudo de edema corneal (acúmulo de líquido en la córnea) que asocia dolor intenso y pérdida de visión.

¿Cuál es el tratamiento del queratocono?

En formas leves y moderadas, se consigue mejorar la visión del paciente con anteojos o lentes de contacto. Las lentes de contacto en pacientes con queratocono no suelen ser iguales a las habituales, y suelen requerir adaptación más prolongada.

En caso de que con estas técnicas no se consiga buena visión, o en aquellos casos con mala tolerancia a las lentes de contacto, existen opciones quirúrgicas para el queratocono, que deben ser estudiadas y personalizadas por su especialista.

Se puede emplear el cross-linking para detener o enlentecer la progresión del queratocono. Existen también unos segmentos de anillos de material sintético que se introducen en el espesor de la córnea y regularizan su superficie, mejorando la visión del paciente y/o la tolerancia a lentes de contacto.

En aquellos casos más avanzados en los que las técnicas anteriores no son satisfactorias o no se pueden realizar se emplea un trasplante de córnea. Este tratamiento es necesario en aproximadamente el 10-20% de los pacientes. En los últimos años se ha popularizado la queratoplastia lamelar anterior profunda. Se trata de un trasplante de espesor parcial, en la que se respetan las capas profundas, sanas, de la córnea del paciente y que asocia menor riesgo de rechazo y recuperación más rápida. Sin embargo, no siempre es posible realizar dicha técnica.